MOSCÚ, Rusia. 25 diciembre, 2019 (EFE) — Los agoreros ya le llaman “interNiet” (“interNo”). Y es que la máquina de censura se está cerniendo sobre la red en Rusia con el fin de tener un mayor control sobre el rastro digital de los internautas de este país. “Últimamente, todas las leyes relacionadas con la regulación de internet son punitivas”, dijo a Efe Mijaíl Klimariov, director de la “Sociedad de Protección de Internet”.
Rusia ocupa en la actualidad el puesto 51 (de un total de 65) en la clasificación de la libertad en internet elaborada por Freedom House. La única buena noticia para Klimariov es que, al contrario que en China, todas esas normas restrictivas no podrán ser aplicadas en la práctica más que dentro de “unos años”, plazo de tiempo en el que la situación puede cambiar, haciendo que algunas leyes queden obsoletas.
EL KREMLIN NIEGA CONTROL EXCESIVO
El Kremlin se ha defendido de las críticas, incluidas las que alertan de los intentos de aislar el país en el espacio virtual con la entrada en vigor, el pasado noviembre, de una ley sobre el llamado “internet soberano” que abre la puerta a una eventual desconexión de la red global ante un ataque desde el extranjero. “Esa norma está dirigida únicamente a impedir que haya consecuencias negativas ante una posible desconexión de la red global, que en gran medida es controlada desde el exterior”, dijo en su rueda de prensa anual el presidente ruso, Vladímir Putin.
A su vez, el Consejo de Seguridad de Rusia dio a entender que las leyes rusas son una respuesta a la estrategia cibernética aprobada por Estados Unidos en 2018 y que pretende reivindicar su hegemonía en el ciberespacio. “Los intentos de EEUU y sus aliados de conseguir un dominio total en la esfera informativa son cada vez más alarmantes”, señaló.
¿PUEDE RUSIA DESCONECTARSE DE INTERNET?
Técnicamente, sí, aunque con ciertas condiciones. Así lo cree el director de la “Sociedad de Protección de Internet”. No obstante, eso sería un duro revés para toda la economía, al estar Rusia “muy integrada en la comunidad internacional y ser miembro de pleno del progreso tecnológico”, explica el experto. Además, según Klimariov, las compañías de telecomunicación rusas están “entre las mejores del mundo” y si en países como China o Irán solo unas pocas cuentan con “un acceso directo” a proveedores extranjeros, entre las empresas rusas esta cifra asciende a varios cientos.
Eso hace que incluso en el caso de querer realmente “apagar” internet, las autoridades tengan que hacer un engorroso trabajo previo para contactar con todos los operadores nacionales, ya que no existe un único “interruptor”.
APLICACIONES RUSAS
El último caso criticado por defensores de derechos que ha causado polémica en este país fue la reciente aprobación de una ley que prevé prohibir —desde julio de 2020— la venta de teléfonos móviles, ordenadores y televisores inteligentes sin aplicaciones rusas preinstaladas. Para sorpresa de Moscú, la normativa fue rechazada esta semana también por varios países exsoviéticos que junto con Rusia forman parte de la Unión Económica Euroasiática.
Para Klimariov, se trata de una legislación “aún más opaca y confusa” que las anteriores, en la que aún están por definir los detalles de su funcionamiento. “Nadie sabe de qué ‘software’ estamos hablando, cómo se implementará eso en práctica y cómo se pretende controlar su cumplimiento”, explicó. El experto opinó que el consumidor ruso sentirá en carne propia los efectos de la norma, ya que muchos querrán desinstalar las aplicaciones que darán lugar al surgimiento de un “enorme mercado negro” para la prestación de estos servicios.
DESCONTENTO POPULAR
La ley sobre la desconexión de internet ya generó protestas a principios del año y la aprobación de nuevas normas en materia de regulación de la red ha incrementado las demandas de mayores derechos civiles en Rusia. Así, un reciente sondeo registró un repunte en la cantidad de ciudadanos que exigen más libertad de expresión, que pasó del 34% en 2017 al 58% en 2019.
“Miles de personas han sido sancionadas penal o administrativamente por algo que han dicho en internet, así como por poner un ‘like’ o un ‘repost'”, dijo Klimariov al comentar la situación. Para él, el aumento de la “indignación” entre los ciudadanos no está relacionado únicamente con la política de las autoridades en la red, pero esta ha echado más leña al fuego, ya que muchos se identifican con los enjuiciados “por minucias”.
UNA MIRADA AL FUTURO
Durante en los próximos dos años la situación irá a peor, opina el experto, quien espera que los cambios lleguen de la mano de las próximas elecciones parlamentarias (2021). “Necesitamos un Parlamento nuevo que derogue esas leyes absurdas”, aseguró.
Según Klimariov, lo único que pueden hacer los rusos para revertir la tendencia es impedir que los diputados vinculados con la aprobación de las leyes restrictivas revaliden su mandato. Y mientras tanto, muchos internautas rusos ya encuentran formas de sortear los bloqueos en internet, recursos que utiliza el 34% de los ciudadanos, según una encuesta publicada este lunes.