WASHINGTON, D.C. Noviembre 19, 2021 — El plan social del presidente estadounidense, Joe Biden, añadirá 367.000 millones de dólares al déficit durante los próximos diez años, anunció la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO, en inglés). Los cálculos de la CBO suponen un revés para Biden, que había prometido que sus planes sociales no tendrían ningún coste adicional y se financiaría mediante una subida de impuestos a las grandes empresas y los más ricos.
Los demócratas llevaban semanas esperando a que se hicieran públicos estos cálculos porque algunos legisladores centristas del partido, como el senador Joe Manchin, se oponen a cualquier aumento del déficit. Antes de que el CBO hiciera públicas sus cifras, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, envió una carta a sus correligionarios para comunicarles que la noche del jueves se debatiría la iniciativa, tras lo que no pudo celebrarse la votación.
El Congreso estadounidense aplazó para este viernes la primera votación del enorme programa de reformas sociales y medioambientales del presidente Joe Biden, tras una larga sesión de debate el jueves, señal de que la aprobación de este proyecto que debería transformar a Estados Unidos está llena de escollos. El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, desbarató los planes de la mayoría demócrata de votar las reformas el mismo jueves al utilizar su tiempo de palabra ilimitado.
Durante más de cuatro horas, denunció que el plan tendría un impacto desastroso sobre la inflación y la economía del país. También usó su tiempo de palabra para criticar la retirada de Estados Unidos de Afganistán, los viajes a Europa, Elon Musk y los cuadros que cuelgan en el despacho presidencial. Pasada la medianoche del jueves, mientras seguía hablando, los demócratas se resignaron y aplazaron la votación hasta las 08h00 del viernes (13h00 GMT).
El paquete social, bautizado en inglés “Build Back Better” (“Reconstruir mejor”), está valorado en 1,75 billones de dólares y ampliaría los programas dirigidos a menores y ancianos, además de dedicar 550.000 millones a la lucha contra la crisis climática. Aunque sea aprobado por la Cámara Baja, el paquete enfrenta un futuro incierto en el Senado, donde dos demócratas centristas —Manchin de Virginia Occidental y Kyrsten Sinema de Arizona— han amenazado con tumbarlo.
“Creará millones de puestos de trabajo bien remunerados, reducirá los gastos para las familias y recortará sus impuestos, al tiempo que hará que los más ricos y las grandes empresas paguen su parte justa”, expresó el jueves la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en una carta dirigida a sus miembros. A principios de este mes, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley bipartidista de infraestructuras por 1,2 billones de dólares, el mayor paquete de obras públicas de Estados Unidos desde que Dwight Eisenhower creara el sistema de carreteras interestatales en 1956.
Un puñado de demócratas centristas quería un análisis completo de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) para aclarar el precio del paquete antes de aceptar el voto. El plan “reducirá el déficit en más de 100.000 millones de dólares a lo largo de diez años”, reaccionó Joe Biden en Twitter, y “reducirá los costes, creará empleo y reconstruirá nuestra economía”. (EFE)