TEHERÁN, Irán. 8 abril 2019 (AP) — La segunda aerolínea más grande de Irán inició el lunes vuelos directos a Venezuela, mientras ambos países estrechaban relaciones ante las sanciones de Estados Unidos. El primer vuelo de la compañía Mahan Air a Venezuela salió de Teherán con una delegación del Ministerio iraní de Exteriores, según la agencia oficial de noticias IRNA. Estados Unidos incluyó a Mahan en una lista negra en 2011 tras acusarla de prestar apoyo a la Fuerza Quds, una unidad de élite de la Guardia Revolucionaria iraní.
La operadora suspendió hace poco sus vuelos a Alemania y Francia debido a las sanciones estadounidenses por sus supuestos vuelos de apoyo militar a Siria, donde Irán respalda a las fuerzas del presidente, Bashar al-Ásad. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reinstauró las duras sanciones sobre Irán tras retirarse el año pasado del acuerdo nuclear de 2015, y ha aumentado las sanciones sobre Venezuela para presionar al gobierno para que entregue el poder a la oposición.
La aerolínea fue fundada en 1991 y comenzó a operar en 1992 como la primera aerolínea privada de Irán. Entró en la IATA en 2001 y es propiedad de Mol-Al-Movahedin Organisation (96%). Tiene unos 1.700 empleados. En el momento que inició operaciones, en mayo de 1993, Mahan Air tenía una flota de dos Tupolev 154 al que se añadió un Airbus A300 en 1999 y un Airbus A310 en 2001. Esta flota posibilitó la operación de todas las rutas regionales de aquel momento.
Actualmente, su red de rutas se compone de 28 destinos en 12 países y tiene una flota de 25 aviones Airbus y Boeing 747. En la actualidad, opera el 13% de todos los vuelos internacionales de Irán, y el 8% de los del mercado nacional. Irán y Venezuela mantienen relaciones de cooperación desde hace 18 años. Las naciones han firmado acuerdos en materia energética, petrolera, turismo, comercio, educación, vivienda, agricultura, tecnología y deporte.
El Gobierno de Francia revocó en marzo pasado la licencia de la aerolínea Mahan Air, una medida que fue efectiva a partir del 1 de abril, por su supuesto papel en el transporte de personal y equipamiento militar a Siria y otras zonas en conflicto, según confirmaron fuentes oficiales francesas. La decisión, que llegó cerca de un mes después de la adoptada en esta misma línea por Alemania, había sido sopesada durante cerca de dos años, si bien no fue tomada debido al temor a que dañara las relaciones con Irán tras la firma del acuerdo nuclear en 2015.
