NUEVA YORK, EE.UU. Octubre 16, 2021 — Una coalición interreligiosa en Pensilvania entregó una ofrenda de cinco panes y dos peces, la misma cantidad —dijeron— con la que Jesús obró el milagro que se le atribuye de dar de comer a miles de seguidores, al senador demócrata Bob Casey, a quien exigen que apoye la reforma migratoria que daría una vía a la ciudadanía a millones de indocumentados.
Los religiosos, acompañados por inmigrantes, llegaron hasta el edificio que alberga la oficina del senador federal portando letreros que decían “nuestro sueño americano” o “ahora es el tiempo, todos los hijos de Dios son esenciales” donde entregaron la canasta con panes y peces ya listos para comer. Pese a que la coalición pidió a la oficina a Casey que los esperara, la oficina permaneció cerrada y la entrega se hizo a agentes de la seguridad del edificio.
De acuerdo con Peter Pademonti, del Movimiento Santuario de Filadelfia, organizador del evento, el primer impulso de los discípulos de Jesucristo de pedir a la gente que se fuera porque no había comida puede compararse con la acción del Congreso de no extender el proyecto de reforma a los 11 millones de indocumentados que se estima hay en el país. Hasta ahora, sólo unos ocho millones están en esa lista: los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPSl), los jóvenes traídos al país en su infancia, los trabajadores agrícolas y otros esenciales.
Insistió en que han recurrido a recrear el pasaje bíblico porque es un momento en que se necesita “liderazgo y acción” y es lo que piden al senador federal Casey, del que esperan cumpla su promesa de apoyar el proyecto y pida a Harris que ignore la opinión de Elizabeth MacDonough, funcionaria del Senado que hasta ahora ha bloqueado la tramitación del proyecto de reforma. Afirmó que los demócratas “han hecho muchas promesas” y que es el momento de cumplirlas porque la gente está “frustrada, enojada y desilusionada”.
“Pedimos a Harry que cumpla las promesas que (los demócratas) hicieron a millones de familias el año pasado en las elecciones”, dijo un inmigrante, identificado como Andy, frente a una mesa, colocada fuera de la oficina de Casey, en la que había diez canastas con panes. (EFE)