TUCSON, Arizona, EE.UU. 20 oct. 2018 (EFE) — Los cientos de familias de inmigrantes centroamericanos que son liberadas por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) han saturado albergues e iglesias en Arizona, por lo que organizaciones caritativas los alojan en hoteles a la espera de que viajen a su destino definitivo. Kat Rodríguez, voluntaria que trabaja con familias inmigrantes, explicó a Efe que “ya no hay suficiente espacio” en los albergues y la necesidad de estos indocumentados “es muy grande”, por lo que optaron por hoteles para atenderlos.
Estos centros turísticos además son más “cómodos” para ellos y les ofrecen mayor seguridad y privacidad, explicó. ICE asegura que se han visto obligados a liberar a más de mil migrantes desde inicios de este mes en ciudades como Tucson, Yuma y Phoenix, pues los centros de detención temporales están completos. Tan solo en la tarde de este viernes, ICE liberó a otros 50 inmigrantes y un grupo de 134 fueron puestos en libertad el pasado miércoles.
“Esto simplemente no para, seguimos recibiendo familias”, afirmó la voluntaria. Un total de 16.658 personas acompañadas de sus familiares cruzaron de manera irregular en septiembre la frontera sur de Estados Unidos, lo que supuso un récord histórico, según datos del diario The Washington Post, que cita estadísticas oficiales no publicadas. A esta cifra habrá que sumar la de menores que llegan a la frontera sin la compañía de un adulto y el resto de inmigrantes indocumentados adultos que viajan solos.
Las familias migrantes se quedan en estas ciudades del sur del país un promedio de dos o tres días, mientras se ponen en contacto con sus familiares o allegados en Estados Unidos y siguen viaje hasta su destino final. Rodríguez indicó que los hoteles han acomodado varios cuartos para dar comida, ropa, juguetes y artículos de limpieza personal a los migrantes, y se ha buscado la cooperación de médicos voluntarios que los puedan atender, especialmente a los niños.
“En mis primeros días que comencé a trabajar como voluntaria, uno de los primeros casos que vi fue el de un menor de cuatro meses viajando con su madre. Considero que un niño tan pequeño no debe de pasar mucho tiempo en una celda de la Patrulla Fronteriza”, opinó Rodríguez. “Manuel”, un inmigrante guatemalteco de 28 años que no quiso revelar su verdadero nombre, explicó a Efe que le albergaron en un hotel en Tucson y dijo sentirse “afortunado” de estar ya en territorio estadounidense.
El inmigrante inició su viaje hace dos meses junto a su hijo de seis años. “Todo lo hago por él”, explicó el guatemalteco, que aseguró que varias veces pensó que morirían en el camino. A pesar del peligro de la ruta, los inmigrantes no ceden en su empeño de llegar a EE.UU. y la Patrulla Fronteriza continúa reportando un continuo flujo de indocumentados que cruzan la frontera. La agencia federal publicó este viernes un vídeo en el que se ve a un “gran” grupo de personas saltando el muro fronterizo en la zona de Yuma (Arizona).
La agencia dijo que las cámaras de vigilancia captaron cómo el pasado jueves los migrantes fueron ayudados por contrabandistas a brincar el muro por cuatro diferentes puntos. En el grupo viajaban 52 menores de edad, nueve de ellos menores de 6 años, informó la Patrulla Fronteriza en un comunicado. El presidente Donald Trump participó este viernes en un acto electoral en Arizona, en el que lamentó la situación migratoria en el país y criticó duramente el avance de una caravana de más de 3.000 inmigrantes que salió la pasada semana en Honduras rumbo a EE.UU.
El presidente aseguró que algunos de los migrantes que forman parte de la caravana son “malas personas” y acusó a los demócratas de fomentar la llegada de indocumentados. Organizaciones y activistas que luchan por los derechos de los migrantes opinan que ICE libera a estas familias justo antes de las elecciones para crear un sentimiento de “crisis” y motivar a los votantes conservadores a salir a las urnas, aunque la agencia indicó que se ve obligada a hacerlo ante la falta de espacio.
Ante este panorama, Rodríguez cree que más familias serán liberadas en las próximas semanas. No en vano, más de 80 personas aguardan junto al cruce fronterizo de Nogales, en Arizona, en espera de poder solicitar asilo político en EE.UU.