WASHINGTON, EE.UU. 31 marzo, 2020 (AFP) — El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó a la automotriz General Motors (GM) que produzca respiradores artificiales para salvar vidas, esenciales en la lucha contra el nuevo coronavirus, en base a una ley de emergencia que data de la Guerra de Corea.
De hecho, el propio fabricante había tomado la iniciativa para hacerlo, pero a pesar de todo, la tarea que tenía por delante se presentaba ardua porque iba a ser necesario capacitar a los empleados, encontrar las piezas necesarias y asegurarse de que el producto final fuera “extremadamente confiable”.
¿DÓNDE?
GM, asociado con Ventec, una compañía de fabricación de dispositivos médicos, producirá estos dispositivos de ventilación respiratoria en su planta en Kokomo, Indiana (Medio Oeste). Este sitio de casi 242.000 m2 está ubicado en el corazón del país y generalmente produce componentes electrónicos para automóviles.
No es una planta de ensamblaje de automóviles. Por lo tanto, no es como durante la Segunda Guerra Mundial cuando las fábricas para la producción de automóviles se transformaron en sitios de fabricación de tanques, aviones y motores de aviones.
Al igual que todas las fábricas de GM en América del Norte, Kokomo ha estado cerrada durante varios días debido a la crisis del coronavirus. Concretamente, GM utilizará un espacio libre en esta fábrica y ya ha comenzado los trabajos de adaptación para la actividad, asegura el gigante de Detroit.
¿CUÁNDO?
Un portavoz de GM dijo que la producción de los respiradores, una herramienta crítica para salvar vidas durante la actual crisis de COVID-19, comenzará en abril después de que los empleados estén capacitados. Pero los materiales iniciales serán prototipos cuyos procesos de fabricación deben ser aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos, dijo el portavoz.
Mientras tanto, los expertos dicen que los primeros respiradores no estarán disponibles hasta finales de abril, pero que probablemente será después del pico de la pandemia en la ciudad de Nueva York, foco del peor brote en Estados Unidos. También hay diferencias importantes en el enfoque de los fabricantes de automóviles y las empresas que fabrican dispositivos médicos.
“Cada área de fabricación tiene su propia cultura”, escribió el exvicepresidente de la Federación de Científicos Americanos Ivan Oelrich en el Boletín de los Científicos Atómicos. “Los fabricantes de dispositivos médicos deben estar constantemente al tanto de las demandas por responsabilidad, lo que obliga a un enfoque intenso en la fabricación de precisión y, especialmente, la fiabilidad”, subrayó.
Los productores automotrices pueden optimizar algunos procesos en un momento en que la urgencia es primordial, pero la fabricación de aire acondicionado, por ejemplo, tiene “mucho más en común con los respiradores que los automóviles”, dijo Oelrich.
¿CÓMO?
Uno de los mayores desafíos que enfrentará GM es adquirir unos 700 componentes individuales que serán necesarios para los respiradores en un momento en que la cadena de suministro de Ventec se ha interrumpido. Además, “los trabajadores existentes no están familiarizados con los pasos de ensamblaje para armar los respiradores, por lo que deberán ser entrenados rápidamente”, dijo Jorge Alvarado, profesor de ingeniería en la Universidad de Texas A&M.
“También requiere el uso de pequeñas herramientas y computadoras”, aclaró. GM comenzó a trabajar con Ventec el 20 de marzo para desarrollar planes de abastecimiento para las piezas, informaron las compañías. Esperan que la producción alcance las 10.000 unidades por mes después del aumento, mucho más que los 250 por mes que normalmente produce Ventec.
FORMACIÓN DE EMPLEADOS
GM está reclutando a 1.000 trabajadores para la tarea. La fuerza laboral de la compañía “podrá aprovechar su experiencia de fabricación actual, pero probablemente necesitará capacitación en aspectos específicos de la producción de respiradores”, dijo Kaitlin Wowak, profesora asistente en la escuela de negocios de la Universidad de Notre Dame. GM y Ventec han dicho que los empleados recibirán capacitación, pero no han revelado detalles.
“Los trabajadores tendrían que ser muy adaptables y la operación de cada respirador tendría que funcionar sin problemas, incluso si se utilizan diferentes componentes durante el proceso de ensamblaje”, detalló Alvarado. “Si los componentes adquiridos por GM están directamente relacionados con el funcionamiento de cada dispositivo, podrían ser necesarios ajustes del sistema para garantizar el rendimiento óptimo de cada unidad”, acotó.
“El mayor problema aquí es la reglamentación probable”, dijo Mark Schirmer, portavoz de Cox Automotive. “Incluso estas instalaciones avanzadas de producción de automóviles no son lo suficientemente estériles como para producir equipos médicos, o no sería aprobadas con la normativa tal como está”, indicó Dadas las circunstancias, GM podría pedirles a los reguladores un alivio de algunos de los requisitos más onerosos, según los expertos.