PANAMÁ, Panamá. 6 mayo 2019 (AP) — El candidato opositor
Laurentino Cortizo es el ganador de la elección presidencial más reñida en las
tres últimas décadas en Panamá, según comunicó el Tribunal Electoral del país
poco antes de la medianoche del domingo, aunque su principal rival, Rómulo
Roux, se negó a aceptar el resultado en un primer momento. Tras escrutarse el
95% de las mesas de votación, Cortizo tenía una estrecha ventaja de dos puntos
porcentuales sobre Roux, según indicó en un anuncio al país el magistrado
presidente Heriberto Araúz, en lo que fue un cierre inesperado entre los
candidatos de las dos fuerzas políticas opositoras más importantes del país
centroamericano.
Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), tenía 33%
de los votos frente al 31% de Roux, del opositor Cambio Democrático (CD) del
expresidente Ricardo Martinelli, indicó el magistrado, una tendencia que según
dijo se mantenía estable. Luego, Araúz tomó el teléfono y marcó al candidato,
que esperaba en un punto de campaña junto a su esposa Yazmín y colaboradores,
lo que fue transmitido por la televisión. “Usted es el ganador virtual de las
elecciones para el próximo quinquenio”, dijo Araúz.
“Con humildad recibo el anuncio, que es importante para el país”,
dijo Cortizo al magistrado durante la llamada. “Un anuncio de gran
responsabilidad”. El PRD, fundado por el extinto caudillo nacionalista y
general Omar Torrijos —que firmó los tratados que establecieron la
transferencia del canal interoceánico por parte de Estados Unidos a Panamá a
fines de 1999— regresará al poder por tercera vez en Panamá desde la transición
a la democracia hace tres décadas, tras el fin del régimen militar. La última
vez que gobernó fue con Martín Torrijos, hijo del fallecido general, en el
período de 2004-2009.
El Tribunal Electoral informó más tarde en un comunicado que la
Junta Nacional de Escrutinios proclamará a Cortizo como nuevo presidente el
jueves. El anuncio de la autoridad electoral se retrasó algunas horas respecto
a las anteriores contiendas debido al sorprendente duelo al final entre los
abanderados de las dos fuerzas opositoras, las cuales lograron captar el
respaldo de una parte del electorado a pesar del hartazgo de los panameños por
los escándalos de corrupción y el estatus quo político.
Esta fue una elección en que también se reflejó el malestar de los
panameños por la desaceleración de la economía, que de todas maneras ha sido
una de las de mayor crecimiento en América Latina en la última década. El
candidato oficialista, José I. Blandón, quedó rezagado en un cuarto lugar,
incluso por detrás de un independiente, Ricardo Lombana, que quedó tercero con
casi el 20% de los votos, en lo que fue considerado un voto de castigo contra
el gobierno.
Roux, de 54 años y que fue canciller durante el gobierno de
Martinelli (2009-2014), se negó a reconocer el triunfo extraoficial de Cortizo
y planteó dudas sobre los resultados. Denunció, sin presentar pruebas de
inmediato, que hubo supuestas irregularidades que afectaron a su candidatura.
Cortizo, un empresario ganadero con estudios en administración pública en
Estados Unidos, no demoró en presentarse ante centenares de sus seguidores que
esperaban el anuncio de los jueces electorales.
“Convoco a todos los panameños a un esfuerzo nacional para
enderezar el rumbo, rescatar el país, enderezar la economía y construir puentes
que nos lleven a un país próspero de ley y orden, pero sobre todo justo”,
señaló Cortizo. Y es que el porcentaje que obtenía Cortizo se perfilaba como
uno de los más bajos para un ganador de la elección presidencial desde la
transición democrática, tras el fin del régimen militar luego de la caída del
dictador Manuel Noriega por la invasión de Estados Unidos a fines de 1989.
En 1994, en las primeras elecciones libres, el candidato del PRD,
Ernesto Pérez Balladares, ganó a la oficialista Mireya Moscoso con el 33,3% de
los sufragios y por cuatro puntos porcentuales. Cortizo sucederá al conservador
Juan Carlos Varela desde el 1 de julio y para los próximos cinco años en un
país de cuatro millones de habitantes que tiene entre sus desafíos sacudirse de
las manchas que le dejó el escándalo de los Papeles de Panamá, los sobornos de
la brasileña Odebrecht, así como alentar la economía y lidiar con su nuevo
socio político —China—, un asunto que inquieta a Estados Unidos.
Varela había ganado la elección de 2014 con el 49% de los votos y
con una ventaja de 8 puntos porcentuales sobre su más cercano rival. Cortizo
prometió durante la campaña una “lucha frontal” contra el desvío de los fondos
públicos y cerrar las brechas en uno de los países más desiguales del planeta,
según organismos internacionales. “No tengo absolutamente ninguna duda que eso
se va a dar en mi gobierno”, manifestó durante la jornada de votación.
Agregó que le daba la bienvenida a los lazos con China pero sin
perjudicar la relación con Estados Unidos, el principal socio comercial de
Panamá. A los votantes panameños también les preocupan el creciente desempleo,
el declive de las escuelas públicas, un suministro de agua poco fiable y la
corrupción sin castigar.