WASHINGTON, EE.UU. 15 mayo 2019 (AFP) — Grandes exportadores de cerdo y soja a China, los productores estadounidenses están en la primera línea de la guerra comercial de Estados Unidos con China y a 18 meses de las presidenciales, Donald Trump busca tranquilizarlos. “Nuestros formidables agricultores patriotas estarán entre los grandes beneficiados de lo que ocurra hoy”, tuiteó Trump el martes, un día después del anuncio de represalias chinas al alza de aranceles que le impuso Estados Unidos el viernes.
La agricultura estadounidense exporta mucho. Y el mundo rural, considerado en términos generales como favorable al republicano Trump, es desde el año pasado el blanco de represalias preferido no solo por Pekín sino también por la Unión Europea, Canadá y México. Por el momento muchos productores se mantienen fieles al presidente pero “otros no están tan seguros de eso”, dijo a la AFP William Rodger, portavoz de American Farm Bureau Federation, el principal sindicato del agro estadounidense.
“No tenemos cifras concretas que nos digan exactamente qué tan fuerte puede ser el apoyo o la oposición, pero nuestra sensación es que la mayoría de los agricultores aún apoyan al presidente, pues adhieren a muchas de sus políticas”, explicó. Sid Ready, un productor del estado de Nebraska, deplora la guerra comercial pero la entiende, dijo. “Pienso que los agricultores son bastante resistentes y debemos tolerar” esta situación “que, a largo plazo, valdrá la pena”, añadió.
INGRESOS EN CAÍDA
Pero, admite Rodger, la paciencia de los productores tiene límites, por cuanto sus ingresos no paran de reducirse desde hace seis años debido a la sobreproducción mundial. Datos del Departamento de Agricultura señalan que los ingresos pasaron del récord de 123.400 millones de dólares de 2013 a 92.000 millones en 2014. El año pasado fueron solo 63.100 millones de dólares. En momentos en que los agricultores del centro del país tratan de emerger de inundaciones que dañaron sus cosechas o directamente impidieron cultivar, los aranceles no harán nada que los beneficie.
La federación que reúne a los productores de soja (ASA) apoya también “en general los objetivos de la administración” de Trump pero critica sus procedimientos. Los afiliados de la entidad se dicen “frustrados” ante la incapacidad de los negociadores estadounidenses y chinos para alcanzar compromisos y creen que la tarea que las partes tienen por delante está ahora amenazada.
“Los productores de soja no tienen vocación de ser víctimas colaterales de una interminable guerra comercial”, dijo Davie Stephens, presidente de ASA, e indicó que llevó más de 40 años construir el mercado de la soja en China. Muchos temen que sus clientes chinos, que compraban un tercio de la soja estadounidense antes del conflicto, se orienten hacia otros productores, especialmente Brasil. Cuanto más dure el conflicto “será cada vez más difícil que remita”, estimó Stephens.
“SIEMPRE GANAMOS”
“Esperamos que China nos haga el honor de seguir comprando nuestros formidables productos agrícolas”, dijo Trump el martes. Si eso no pasa, el gobierno comprará la soja no vendida a China gracias al dinero que le generan los aranceles. La semana pasada, Trump aludió a la posibilidad de que esos productos adquiridos sean luego distribuidos entre países pobres haciendo caso omiso a distorsiones comerciales. Washington considera además otras ayudas a sus productores.
Ya en julio del año pasado había destinado 12.000 millones de dólares para compensar a los perjudicados por la pérdida de mercados. A través de varios programas, los agricultores estadounidenses reciben unos 20.000 millones dolares anuales de ayuda. El lobby de la industria porcina (NPPC) se congratuló “de la propuesta de ayuda del presidente Trump”. “Estamos dispuestos a trabajar con el ministerio de Agricultura para facilitar las exportaciones de cerdo como ayuda alimentaria”, dijo el presidente de la NPPC, David Herring.
Las exportaciones de cerdo son actualmente el 26% de la producción y un volumen importante tiene a China como destino. “¿Quieren saber algo?”, preguntó Trump a periodistas, y añadió: “Siempre ganamos nosotros”.