PEKÍN/WASHINGTON. 23 agosto, 2018 (Reuters) — Estados Unidos y China intensificaron el jueves su enconada guerra comercial, al implementar aranceles recíprocos del 25 por ciento sobre bienes por valor de 16.000 millones de dólares, a pesar de que funcionarios de nivel medio de ambos países reanudaron las conversaciones en Washington. Las dos mayores economías mundiales se han aplicado hasta ahora aranceles combinados por 100.000 millones de dólares en productos desde principios de julio y tienen previstos imponer más, aumentando el riesgo para el crecimiento económico mundial.
El Ministerio de Comercio de China destacó la “obstinación” de Washington al implementar los últimos aranceles, que entraron en vigor por ambas partes según lo programado a las 12.01 hora local en Pekín (0401 GMT). “China se opone firmemente a esto y continuará tomando las contramedidas necesarias”, dijo el ministerio en una breve declaración. Pekín presentó más tarde una queja en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Las tarifas, programadas hace semanas, no interfirieron con el inicio de la segunda jornada de conversaciones comerciales en Washington, lideradas por el viceministro de Comercio chino, Wang Shouwen, y David Malpass, subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Al ser preguntado por un reportero de Reuters sobre la marcha de las reuniones, Wang declinó hacer comentarios mientras su delegación entraba al edificio del Tesoro en la mañana del jueves.
El presidente Donald Trump ha amenazado con imponer tarifas a casi todos los más de 500.000 millones de dólares en productos chinos exportados anualmente a Estados Unidos, a menos que Pekín acepte grandes cambios a sus prácticas de propiedad intelectual, programas de subsidio industrial y sus estructuras arancelarias, además de comprar más bienes estadounidenses.
Esa cifra sería mucho mayor que las importaciones de China desde Estados Unidos, lo que genera preocupaciones de que Pekín considere otras formas de represalia, como hacerle la vida más difícil a las empresas estadounidenses en China o permitir que su moneda se debilite aún más para apoyar a sus exportadores.
“TENEMOS MUCHAS MÁS BALAS”
Funcionarios del Gobierno de Trump han estado divididos sobre cuánta presión se debe generar sobre Pekín, pero la Casa Blanca parece creer que está ganando la guerra comercial a medida que la economía china se desacelera y sus mercados bursátiles caen. “No van a rendirse fácilmente. Naturalmente, tomarán represalias”, dijo el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, en CNBC el miércoles en una fundición de Century Aluminum Co en Kentucky que se ha beneficiado de las tarifas al aluminio aprobadas por Trump.
“Pero al final del día, tenemos muchas más balas que ellos. Lo saben. Tenemos una economía mucho más fuerte que ellos, también lo saben”, agregó. Economistas estiman que el comercio mundial se reduciría en alrededor del 0,5 por ciento por cada 100.000 millones de dólares en importaciones afectadas por los aranceles. Además, dan por sentado un impacto directo en el crecimiento económico de China en 2018 de entre 0,1 y 0,3 puntos porcentuales, y algo menos para Estados Unidos, pero el efecto será mayor en 2019, además del daño colateral para otros países y compañías ligados a las cadenas de suministro global de China.
Los dos días de conversaciones en Washington son las primeras negociaciones formales desde que Ross se reunió con el asesor económico chino Liu He en junio en Pekín. Grupos empresariales expresaron su esperanza de que la reunión marque el inicio de negociaciones formales sobre los cambios en la política comercial y económica de China exigidos por Trump. Sin embargo, Trump dijo el lunes a Reuters en una entrevista que no “esperaba demasiado” de las conversaciones.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lu Kang, dijo en su comparecencia diaria ante los medios que “esperamos que la parte estadounidense pueda encontrarse con China a mitad de camino, y que llegue a un buen resultado con una actitud racional, pragmática y consciente”.