MADRID, España. Agosto 23, 2021 — El tradicional encuentro de banqueros centrales y responsables políticos que la Reserva Federal de Kansas celebrará a partir del jueves en Jackson Hole (Wyoming) acapara la atención de los inversores, que buscan pistas sobre el calendario de retirada de los estímulos monetarios en EE.UU. Las actas de la última reunión de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), publicadas el miércoles, muestran que la mayoría de sus miembros apuesta por empezar a reducir las compras de activos a finales de este año, lo que ha elevado la tensión en los mercados.
Sin embargo, en esa reunión, celebrada en julio, la Fed no contaba con datos relevantes que se han conocido posteriormente, como el impacto negativo que la expansión de la variante delta del coronavirus está teniendo en la recuperación económica. Durante la última semana, algunos indicadores macroeconómicos —como las ventas minoristas en China y EE.UU., o la producción industrial en el gigante asiático— apuntan a una desaceleración del ritmo de crecimiento.
De hecho, el presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, defensor de una retirada temprana de los estímulos, dijo el viernes que está atento a la situación y que podría ajustar su punto de vista si la variante delta ralentiza el crecimiento. De momento, Goldman Sachs ha reducido su previsión de crecimiento para EE.UU. este año y la última encuesta de gestores de fondos de Bank of America muestra un menor optimismo sobre la evolución de la economía.
Según la encuesta, la variante delta se ha convertido ya en la tercera mayor preocupación de los inversores, muy cerca de la inflación y de una eventual “rabieta” de los mercados (“taper tantrum”) por la retirada de los estímulos. Aunque las opiniones no son unánimes, se espera que la decisión sobre el inicio del “tapering” (retirada de estímulos) se adopte en la reunión que la Fed celebrará el 21 y el 22 de septiembre, y que la reducción de las compras de activos comience a finales de este año o principios del próximo.
Las subidas de tipos no se esperan hasta más adelante: finales de 2022 o comienzos de 2023. Ben Laidler, estratega de la plataforma de inversión eToro, cree que el debate sobre el “tapering” continuará en Jackson Hole (del 26 al 28 de agosto), la decisión oficial se tomará en la reunión de septiembre y el recorte de las compras empezará a finales de año. El banco privado suizo Julius Baer espera que la Reserva Federal anuncie el inicio de la retirada de estímulos en la reunión de septiembre.
“Las posibilidades de un anuncio en la cumbre de Jackson Hole son ahora más bajas, dado el amplio grupo de miembros del Comité de Mercado Abierto partidarios de tener paciencia”, explica. “Jackson Hole no es el momento apropiado para anunciar un cambio de política monetaria. A lo sumo es una oportunidad para orientar las expectativas de mercado”, señala Chris Iggo, de Axa Investment Managers, en un informe reciente.
Olivia Álvarez, analista de Monex Europe, destaca que los debates recogidos en las actas de la Fed no tuvieron en cuenta factores que se conocieron después de la reunión de julio, como los datos positivos de creación de empleo en EEUU o el impacto de la variante delta. En su opinión, “este balance de nuevos riesgos añade incertidumbre sobre la ruta de la Fed y centra la atención en Jackson Hole”. En cualquier caso, los analistas no creen que el anuncio sobre el inicio del “tapering” vaya a tener un impacto relevante en los mercados.
“No creemos que el anuncio vaya a implicar un cambio drástico en los mercados. Puede haber un impacto a corto plazo, pero no va a impedir que la recuperación económica continúe y que los mercados sigan teniendo una evolución positiva”, afirma Nicolás López Medina, director de Análisis de Renta Variable de Singular Bank. “Es de esperar un aumento de la volatilidad, pero las perspectivas del mercado son positivas y están bien respaldadas”, coincide Laidler.
Para Javier Santacruz, profesor de Economía del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), la reunión de este año de Jackson Hole “tiene dos nombres propios, la inflación y la desigualdad”. A su juicio, los banqueros centrales analizarán el descenso de las rentas de las familias que está provocando el repunte de la inflación, una subida de precios que responde, entre otros factores, a la política monetaria expansiva. “Es necesario poner fecha de caducidad a la política monetaria expansiva. La discusión sobre la desigualdad y sobre las medidas para atajarla pasa también por la corrección de la política monetaria”, concluye. (EFE)