NUEVA YORK, EE.UU. 25 junio (Bloomberg) — Si alguien está buscando más evidencia de una economía fuerte, aquí hay una señal: las personas y empresas adineradas están aprovechando de comprar aviones privados usados antes de que sean demasiado caros. Por ejemplo, Steven Myers, financista de capital privado y piloto con licencia, había estado esperando pacientemente comprar un avión por años. Pero cuando comenzó a notar una caída en el número de aviones en venta hace unos meses, se movió rápidamente para comprar un Cessna CJ2.
Meyers no dijo cuánto pagó, pero el modelo de 2002 que compró figura con un precio de lista de alrededor de US$2.4 millones. “Con este avión en particular”, dijo Meyers, que dirigió Dolphin Capital Holdings Inc., con sede en Los Ángeles, “probablemente habría hecho un mal negocio si hubiera esperado”. El negocio de los aviones privados colapsó luego de la recesión de 2008, debido a que las empresas redujeron sus viajes para disminuir los costos. Los precios habían escalado a niveles astronómicos en el boom anterior y se construyeron demasiados aviones.
Cuando llegó la crisis, las aeronaves de segunda mano perdieron valor a un ritmo vertiginoso. Pero ahora, los compradores están saliendo de la clandestinidad, alentados por empresas en expansión y menores tasas de impuestos corporativos. Otro factor favorable es que el presidente Donald Trump, durante mucho tiempo sinónimo de aviones privados de lujo, es considerado favorable para la industria. Barack Obama a menudo criticaba los viajes aéreos privados, lo que ayudó a mantener la industria de aviones pequeños en un período de depresión más largo que en otros segmentos de lujo de la economía, como los relojes y los autos deportivos.
SENSACIÓN DE URGENCIA
Sin duda, los precios siguen siendo bajos frente a los días de gloria, y los aviones ya no continúan con el letrero de “se vende” durante meses. Los compradores de aviones de segunda mano están dominados por una sensación de urgencia que no se había visto desde antes del colapso financiero. En abril, el precio de venta promedio de jets de segunda mano, desde pequeños hasta grandes, aumentó un 1.5% frente al mes anterior a US$9.7 millones, según JPMorgan Chase. Aún así, los precios de los aviones usados han bajado un 25% desde el tercer trimestre de 2015, según el informe.
“Lo que nos queda ahora es una cantidad muy pequeña de inventario en el sector de segunda mano de aviones de última generación y de calidad”, dijo Joe Carfagna Jr., presidente de la corredora de aviones Leading Edge Aviation Solutions. “Pasó de ser un mercado de compradores a un mercado de vendedores a fines de año”. Eso se puede ver en la cantidad de aviones usados en venta. Ahora alcanza el 9.3% de la flota actual, el nivel más bajo en alrededor de 15 años. En 2009, la cifra alcanzó el 17%, dijo Rolland Vincent, que proporciona un análisis de mercado muy consultado llamado JetNet iQ.
DEPRECIACIÓN DE LOS PRECIOS
A su vez, la depreciación se ha desacelerado considerablemente. Durante la recesión, los precios de los aviones usados caían hasta un 6 por ciento cada trimestre, dijo Jay Mesinger, máximo ejecutivo de Mesinger Jet Sales. Las aeronaves en buen estado se están depreciando a una tasa más normal de aproximadamente 1 a 2% cada trimestre. “Eso es saludable, eso es sostenible”, dijo. “Eso es lo que debería hacer un equipo”. El repunte es un alivio para los fabricantes de aviones comerciales, como Bombardier Inc., Embraer SA y Dassault Aviation SA.
Los fabricantes habían reducido las tasas de producción y aplicado descuentos para controlar el exceso de aviones. Las entregas de aviones nuevos se desplomaron a 874 en 2009 frente al récord de 1,317 del año anterior. Si bien las ventas siguen siendo débiles, con 676 aviones el año pasado, la escasez de aviones seminuevos y baratos está comenzando a impulsar a los compradores a adquirir aviones nuevos, dijeron corredores y analistas.
MENOS COMPETENCIA
“Ciertamente vemos menos competencia en el segmento de segunda mano”, dijo Scott Donnelly, máximo ejecutivo de Textron Inc., fabricante de aviones Cessna, en una conferencia telefónica con analistas realizada en abril. “Ciertamente ya no está la cantidad de aviones a la venta que nos generó algunos de los problemas en las ventas de aviones nuevos en el pasado”. Pero los fabricantes no están fuera de peligro, ya que siguen vendiendo aviones con descuentos sobre los precios de lista, dijo Vincent.
Bombardier está protegiendo su territorio en el mercado de aviones medianos ante aviones nuevos como el Cessna Longitude, de Textron, y el Legacy 500, de Embraer, señaló. El Longitude tiene un precio de lista de US$24 millones y el Legacy 500, de US$20 millones, según una guía de Business & Commercial Aviation. Un Gulfstream G650 nuevo, fabricado por General Dynamics Corp. y que actualmente es el avión privado más grande, tiene un valor de US$69.4 millones.
Pero la recuperación de este año parece más sólida, dijo Chad Anderson, presidente de Jetcraft, un corredor de aviones privados. Por un lado, los fabricantes de aviones han estado atentos para evitar que los especuladores, que compraron aviones para vender luego a un precio más alto, impulsen artificialmente las carteras de pedidos, indicó. “El último período de alza fue tan extraordinario que no fue sostenible”, dijo Anderson. “Creo que tenemos potencial para el futuro previsible”.