SHANGHÁI, China. Diciembre 4, 2021 — La industria manufacturera de China se contrajo en noviembre ante la “relativa debilidad” de la demanda por factores como los rebrotes del COVID-19 que afectan al país, según el índice gerente de compras (PMI, indicador de referencia del sector) publicado por el diario privado Caixin. En el undécimo mes del año, el indicador de situó en los 49,9 puntos, por debajo de los 50,6 de octubre.
En este índice, que elabora la compañía de información económica británica IHS Markit y que muchos inversores internacionales toman como referencia, un registro por encima del umbral de los 50 puntos supone un crecimiento de la actividad con respecto al mes anterior y por debajo, contracción. El dato de noviembre es, después del de agosto, la segunda ocasión en que el PMI queda por debajo de esos 50 puntos desde abril de 2020.
La lectura de Caixin vuelve a contrastar así con los datos oficiales, que mostraron dos meses seguidos de ralentización del sector manufacturero —septiembre y octubre— pero apuntaron a una recuperación (50,1 puntos) en noviembre. La publicación, por medio de su economista Wang Zhe, habla de un repunte en noviembre del subíndice que mide la producción tras tres meses consecutivos de bajadas, pero también de una caída de los nuevos pedidos para exportación, que siguen bajando por cuarto mes seguido debido a la situación de la pandemia.
Por otro lado, las medidas gubernamentales para combatir la subida de los precios de las materias primas ayudó a rebajar el ritmo de aumento de costos para las empresas manufactureras, con efectos especialmente visibles en materiales como el acero pero no tanto en otros como los componentes químicos o la electrónica.
Wang asegura que el sector se mantuvo “estable” en noviembre y recalca que el ambiente entre los actores industriales es de “optimismo”, con expectativas de que se controlen los últimos rebrotes en China y se recuperen la demanda y las cadenas de suministro.
El experto recomienda a las autoridades que presten apoyo a las pymes, que “se tomen en serio” la inflación industrial, que continúa a niveles récord, y también que atiendan a problemas como el deterioro del mercado laboral o el escaso avance de los ingresos de los hogares. (EFE)