BARCELONA, España. 10 julio (Por: Alba Tarragó Bosch) — En un contexto cargado de movilizaciones sociales entorno al feminismo, la industria ha sabido apropiarse algunos de estos mensajes y plasmar en colecciones y desfiles las demandas más urgentes. Al igual que el resto de manifestaciones artísticas, la moda se ve inspirada en muchas ocasiones por las dificultades y retos de cada momento histórico y acaba convirtiendo las peticiones de la calle en protestas sobre la pasarela.
Si bien algunos años atrás se reclamaba una mayor diversidad racial en la industria, ahora el foco se sitúa indudablemente sobre la cuestión del género. La moda, como sector responsable de la mayoría de estos estereotipos y de la esclavitud de la imagen que sufren a día de hoy las mujeres, es utilizada en ocasiones como herramienta para denunciar precisamente estas cuestiones.
LA REVOLUCIÓN “FREE THE NIPPLE”
El desfile del diseñador francés Jean-Paul Gaultier consiguió centrar la atención de medio mundo en plena semana de la moda de París, con su colección más reivindicativa hasta la fecha. El mensaje central del show fue “No smoking” (prohibido fumar), como juego de palabras entre smoking (fumar) y esmoquin, convirtiendo a esta prenda en la protagonista por excelencia. La frase decoraba las prendas a modo de logo y los cigarrillos tomaban forma de collar y brazalete.
Según Gaultier, era “un pretexto para mostrar que si lo dejamos, podemos servirnos de los cigarros para hacer joyas añadiendo un poco de humor”. Pero el slogan que ha conseguido una mayor repercusión ha sido el de “Free the nipple”, en inglés, y “Tetons libres”, en francés, que se traduce como “Pezones libres”. Estas palabras estaban inscritas sobre una plancha de plástico transparente que los modelos lucían a torso desnudo mostrando, efectivamente, los pezones.
El movimiento Free the nipple, iniciado por la activista Lina Esco, aboga por la reapropiación por parte de las mujeres de sus propios pezones, ya que estos son censurados, por ejemplo, en las redes sociales, mientras que los de los hombres pueden ser mostrados libremente. Lo mismo sucede en espacios públicos, donde habitualmente está mal visto que una mujer dé de mamar a su bebé, mientras que ver a un hombre sin camiseta por la calle no suele levantar tanto revuelo.
La iniciativa también critica que la exposición femenina es vista como algo vergonzoso y que suele estar asociada a connotaciones sexuales, lo que impide a las mujeres sentirse libres a la hora de mostrar ciertas partes de su cuerpo.
POR LA DIVERSIDAD DE TALLAS
El pasado mes de diciembre de 2017, el Victoria’s Secret Fashion Show de Shanghái fue la excusa perfecta para desatar las reivindicaciones a favor de la diversidad de tallas que desde hace años recibe la industria textil. En pleno Times Square, un grupo de mujeres se reunieron para acabar con los ideales de belleza que la firma promueve —principalmente a través de sus conocidísimos ángeles— convirtiendo las calles de Nueva York en una pasarela improvisada.
Un total de veinte mujeres de diferentes tallas y razas, autodenominadas Guerrilleras de lencería, desfilaron en ropa interior para demostrar que las mujeres pueden ser sexis independientemente de su talla.
MODA PARA TODAS LAS EDADES
La firma Duyos hizo también alarde de empoderamiento femenino al presentar la colección Otoño-Invierno 2018, durante la semana de la moda de Madrid el pasado enero. El diseñador español escogió para el desfile a un total de 30 modelos de diferentes edades y profesiones, entre las que se distinguían caras conocidas, como la actriz Fabiola Toledo, o la ganadora de la primera edición de Master Chef, Begoña Rodrigo.
LA VAGINA COMO MEDIO DE PROTESTA
La diseñadora surcoreana Kaimin fue la encargada de servir la polémica durante la semana de la moda de Nueva York el pasado mes de febrero de este año, al mostrar a sus modelos semidesnudas luciendo un bello púbico postizo. La artista, conocida por haber elaborado trajes para Lady Gaga y Bjork, pretendía con este gesto reivindicar la diversidad y la tolerancia, para lo que consideró que la vagina era la mejor manera.
“Todas las diferencias, incluso si no se comprenden completamente o no se está de acuerdo con ellas deben ser toleradas; todas las criaturas merecen espacio bajo el sol”, anunciaba en un comunicado.
LA INCLUSIÓN TIENE 10 AÑOS Y SE LLAMA DESMOND
Se ha dado a conocer a través de las redes sociales como Desmond is Amazing, pero en la vida real es Desmond Napoles, un niño de 10 años que se autodefine de “género fluido” y se ha convertido en el fundador del primer club de drag queens para jóvenes, Haus of Amazing. Él mismo descubrió a una edad muy temprana, y gracias a la aceptación de sus padres, que disfrutaba vistiéndose de manera femenina y que le gustaban los chicos, y no las chicas.
Ahora, tras convertirse en un icono para la comunidad LGBTQ, ha conseguido propulsar su carrera como modelo desfilando en la semana de la moda de Nueva York para Rio Uribe. La presentación de línea Gypsy Sport del diseñador americano la protagonizaron modelos de diferentes edades, razas y género, con el objetivo último de visibilizar la diversidad.