WASHINGTON, EE.UU. 21 junio (EFE) — Los principales bancos de Estados Unidos superaron con garantías los requisitos de capital y crédito establecidos por la Reserva Federal (Fed), según los resultados de los test de estrés cuantitativos divulgados hoy por el banco central estadounidense. “Los mayores bancos del país están fuertemente capitalizados y podrían prestar a hogares y empresas durante una severa recesión mundial”, destacó la Junta de la Fed en un comunicado, en el que analizó la capacidad de las entidades para salir a flote en situaciones adversas, así como su capital disponible.
El escenario hipotético más severo proyectó 578,000 millones de dólares en pérdidas totales para los 35 principales bancos, entre ellos Bank of America, Citigroup y Wells Fargo. Entre los bancos analizados también figuraron las filiales estadounidenses de los españoles Santander y BBVA. Ese escenario contempla la eventualidad de una grave recesión económica mundial, con una escalada del desempleo en Estados Unidos en 6 puntos porcentuales hasta el 10% (actualmente está en el 3.8%) y acompañada de un período de elevada turbulencia financiera.
En esa situación, según los resultados de las pruebas de estrés, el ratio entre el capital de riesgo y el capital de alta calidad caería como mucho a un 7.9%, desde el 12.3% alcanzado al término de 2017, pero aún por encima de lo que la Fed considera preocupante. “A pesar de un escenario difícil y otros factores que afectaron el test, los niveles de capital de los bancos después de la hipotética recesión severa global son más altos que el capital real de los grandes bancos en los años previos a la recesión más reciente”, señaló el vicepresidente de la Fed, Randal Quarles.
Las filiales estadounidenses de Santander y BBVA lograron un capital de calidad del 15.2% y el 7.6%, respectivamente, en un escenario de deterioro económico extremo. Esta es la octava serie de pruebas llevadas a cabo por la Reserva Federal desde 2009, en pleno estallido de la crisis financiera, y la sexta requerida por la ley Dodd-Frank, establecida por el Congreso para vigilar la solidez de los bancos y recientemente suavizada por el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump.
Desde 2009, agregó el informe, los bancos estadounidenses analizados, que representan el 80% de los activos de todas las entidades bancarias que operan en Estados Unidos, han incrementado en 800,000 millones de dólares su capital ordinario. Esta es la primera parte de los test de estrés a los que la Fed somete cada año al sector bancario, una medida que tomó después de que la crisis financiera estallara en 2008 en Estados Unidos para controlar la capacidad de reacción de las instituciones bancarias.
La próxima semana, la Fed dará a conocer la segunda parte de estos exámenes, los considerados “cualitativos”, que son mucho más exigentes, ya que valoran los análisis de los bancos a la hora de prevenir riesgos y situar su capital ante escenarios de aguda turbulencia en el sistema financiero.