SÃO PAULO, Brasil. 20 oct. 2018 (EFE) — La 46° edición de la Semana de la Moda de São Paulo comienza este domingo en un nuevo escenario que dará mayor protagonismo a las nuevas generaciones de estilistas, con la intención de recuperar el impulso perdido por causa de la crisis económica. La mayor cita de la moda brasileña se prolongará hasta el próximo viernes con la presentación de diferentes colecciones en dos nuevos espacios creativos de São Paulo: el Farol Santander y ARCA, una antigua planta industrial reconvertida en una plataforma cultural.
Bajo el lema “transposición”, la pasarela paulista inaugura un nuevo ciclo en su historia de 23 años que permitió consolidar la moda del gigante latinoamericano en el escenario internacional. “Es la voluntad de expandir fronteras e ir más allá, resignificar espacios a partir de la creatividad en línea con la vocación de São Paulo para las nuevas economías, integrando y conectando la ciudad con los grandes centros de innovación del mundo”, destacó Paulo Borges, director creativo de la “São Paulo Fashion Week” (SPFW).
El primer desfile correrá a cuenta de la marca Lilly Sarti en el Farol Santander con la presencia de la brasileña Isabeli Fontana, quien fue ángel de Victoria’s Secret. Con el Banco Santander y Jeep como principales socios, los organizadores vuelven a apostar por el “Proyecto Estufa”, una iniciativa que en su segunda edición explorará “nuevas formas de crear, producir y distribuir” moda. En este sentido, se dará espacio a nuevas generaciones de estilistas y marcas como Aluf, Lucas Leão, Helena Pontes, Ao, Korshi 01, Victor Hugo Mattos y Mipinta.
“LA SPFW tiene eso en su DNA y por eso creamos el Proyecto Estufa, como una evolución de innumerables ejercicios e iniciativas justamente para reunir y proporcionar ese intercambio” entre personas e ideas, comenta Borges. También se exhibirá una muestra con obras de 17 artistas contemporáneos seleccionados por la cineasta Daniela Thomas y la maestra en Artes Visuales, Mari Nagem.
“En este comisariado hacemos una provocación sobre los caminos de la creación artística que se avecinan y que borran clasificaciones e identidades, impulsando las asociaciones y la experimentación, sin miedo”, señaló Thomas, citada en un comunicado. Más allá de esta fusión entre la creatividad, el arte vanguardista y la moda, en las pasarelas de la mayor ciudad de Brasil no faltarán marcas consagradas como Amir Slama, Gloria Coelho, Reinaldo Lourenço, Ronaldo Fraga, Água de Coco y Osklen, que recientemente lanzó una colección con materiales sostenibles.
Entran en la programación oficial otras marcas noveles como Cacete Company, Bobstore, Piet, de estilo casual, y Torinno, con un aire urbano y levemente bohemio. Los diseñadores presentarán con libertad piezas tanto para la colección otoño-invierno, como para la de primera-verano, aunque se espera que la mayoría opte por la primera opción, a pesar de la proximidad del verano austral en Brasil.
Con este catálogo, la Semana de la Moda de São Paulo intentará recuperar el terreno perdido tras sufrir los impactos de la grave crisis económica que vivió el país entre 2015 y 2016 y de la que solo comenzó a recuperarse tímidamente el año pasado. En esos años, el presupuesto del evento se redujo paulatinamente en un momento además en el que la industria de corte y confección hace frente a un mundo globalizado regido por el concepto “see now, buy now” (lo veo ahora, compra ahora).
En esta nueva versión, “la São Paulo Fashion Week” intentará poner freno a ese ritmo vertiginoso con una apuesta un poco más arriesgada, basada en la creatividad y la reflexión de discursos. “Ahora estamos en una etapa más de este proceso, nuevamente con la creatividad en diferentes niveles, en nuevos espacios”, expresó Borges.